Milagros Carrasco Pini. Primera Campeona Panamericana de Gimnasia Rítmica.
- lavoz del oak
- 19 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 jun 2019
Algunos la conocerán simplemente como “Mili, la profe de Educación
Física”... Aquí su vida de deportista.
La gimnasia rítmica es un deporte que beneficia el desarrollo, la fuerza y la flexibilidad
del cuerpo a través de ejercicios y aparatos, al compás de la música.
Las competencias oficiales de esta disciplina comenzaron en el siglo XX. En ellas, el
gimnasta o la gimnasta debe cumplir con ciertos objetivos técnicos y estéticos para
satisfacer los requerimientos del jurado. Además, las competencias pueden ser
individuales o grupales.
La gimnasia rítmica incluye los aparatos: aros, mazas, cuerdas, cintas y pelotas.
A nivel mundial, países de Europa del Este, como Rusia, suelen dominar las
competencias junto a España e Italia.
La entrevista
1. ¿Por qué elegiste hacer gimnasia rítmica?
- “Mi mamá era bailarina y hacía danza, también es docente de música; entonces me
llevó a un conservatorio. Yo hacía una actividad que se llamaba ‘rítmica dalcroze’ que
era movimientos del cuerpo con música. Ese conservatorio cierra y voy al club Ciudad
de Buenos Aires a hacer gimnasia rítmica porque quería seguir haciendo algo con el
cuerpo, algo así parecido. Y caigo en la gimnasia rítmica sin saber que era un deporte
olímpico, sin saber que era algo de alto rendimiento, y demás. Y empecé en la
escuelita del Club Ciudad y después fui pasando a pre-equipo, a equipo, a selección.”
2. ¿Cuántas horas semanales entrenabas?
-“Cuando empecé, como toda escuelita: dos veces por semana, dos horas más o
menos. Cuando ya estaba en la selección entrenaba todos los días, de lunes a
sábados de 8 a 5 de la tarde.”
3. ¿Siempre tuviste el apoyo de tu familia?
-“Sí! Mi mamá más que nada. Era el apoyo primordial que tenía, pero toda mi familia
me apoyaba.”
4. ¿Cómo era la relación con tu entrenador?
-“Tuve varios entrenadores. Mi entrenador de la selección era de acá, era argentino.
Tuve una entrenadora rusa, y como todo ruso, era un poco exigente y disciplinado, y
algunos métodos pedagógicos difíciles. Después me fui a vivir a Brasil y entrené allá con una entrenadora brasileña. Ella, nada que ver: mucho más cariñosa, era otro el
trato que tenía.”
5. ¿Seguís en contacto con tus compañeros de Brasil?
-“Tanto acá como cuando viví allá, en Brasil, me llevaba bárbaro. Tengo los mejores
recuerdos, y hasta hoy en día sigo hablando con ellos.”
6. ¿Nos contarías una anécdota?
-“Cuando gané la medalla panamericana, que fue algo inesperado. Hasta el día de hoy
la tengo colgada en mi cuarto. Es como que a veces uno la ve y no cree que eso fue
un logro propio. Pero obviamente no fue solo mío, fue de mi entrenadora, de mi
familia, de todo el equipo que yo tenía atrás. Fue muy emocionante haber ganado esa
medalla porque fue historia de la gimnasia rítmica argentina: nadie había ganado una
medalla panamericana. Es una de las cosas más lindas que tengo.”
7. ¿Tuviste que renunciar muchas cosas por el deporte?
-“Sí, más que nada a todo lo social tuve que renunciar. De hecho, por ejemplo, a
educación física nunca fui en el colegio porque estaba eximida porque me iba a
entrenar. Salía al mediodía del colegio y de ahí me iba a entrenar hasta la noche.
Obviamente todas las salidas que hacían mis amigos a la tarde yo no las hacía.
Salidas de fin de semana tampoco porque estaba muy cansada y no podía… Y sí, más
que nada a todo lo social.”
8. ¿Te costó mucho dejar de entrenar?
-“Sí. Me costó mucho dejarlo. Hoy en día, a veces, uno se arrepiente y tiene ganas de
volver a entrenar… Pero por algo lo dejé, en su momento no aguantaba más, estaba
muy cansada, tenía otros objetivos, y sí... fue difícil...”
Autores: Tina Rovira, Magda Eppens y Ele Barros
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