LO QUE PASÓ, PASÓ
- lavoz del oak
- 4 sept 2019
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Entre el pasado y la actualidad
Tras las elecciones PASO (Primarias abiertas secretas y obligatorias) una mitad del pueblo argentino se retuerce mientras que la otra suspira con alivio.
La semana trágica de Yrigoyen, la hiperinflación de Alfonsín, ‘el corralito’ de De la Rúa se resume en un día: Las PASO de Cristina. El desolado día 11 de Agosto del presente año el pueblo argentino dio un giro inesperado al votar a Kirchner y su candidato a presidente, Fernández; y como consecuencia los mercados abrieron disparando el dólar como un mono en un trampolín.
Para ser precisos, nuestro presidente logró obtener el 32% de los votos en estos comicios y la fórmula Fernández alcanzó un impensable 47%. Tras paranoia en las mentes de los argentinos, muchos rumores entre los habitantes, panquequeo en los medios y diálogo filoso entre los candidatos, ha pasado un tiempo y la República se tranquiliza un poco.
Sin embargo todos los días se continúa el debate y la duda sobre el futuro del país. Para ser concretos, Macri no recibió mucho apoyo en los distritos de la Provincia de Buenos Aires, y específicamente 28 de los 30 distritos del GBA se tiñeron de azul: factor decisivo en las elecciones ya que representa una cantidad de votos prácticamente insondable. Además las provincias en su mayoría también se embadurnaron de azul, dejando amarillas a Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires.
Durante las últimas semanas los medios actúan como si Alberto Fernández fuera el presidente electo, y aunque mantuvieran algunas conversaciones, el Presidente de la Nación y el profesor de Derecho todavía disputarán el puesto en octubre. El efecto de los medios claramente no ayuda a calmar los humos y acompañar la gobernabilidad. Cuando Mauricio Macri le pide a Fernández que dé “alguna señal a los mercados” lo hace apostando a que sus declaraciones no vuelvan a hacer subir el dólar que ya nos hizo sufrir suficiente. El caso es que no se tiene que “hacer un traspaso de poder” cuando todavía no se ha resuelto el caso, sino que se debe competir sanamente, y aun mejor, de forma colaborativa, cerciorándose que suceda lo que suceda el pueblo no resulte herido.
En tanto y en cuanto sabemos, las personas cercanas al gobierno nos han reportado que los dirigentes de la Nación se encuentran desolados y angustiados, ya que no se veían venir esta barbarie. Algunas personas reclaman fraude electoral mientras otras aceptan la culpa como si de un asesinato se tratar: y es que sí, depende quién se quede con el mando, podrá ser el fin de una República como lo es Argentina.
Por ahora, estos son los reportes más claros que pudimos entrever, y las conclusiones más certeras que pudimos acarrear. Sabemos que la situación es dolorosa y confusa pero nunca hay que perder la esperanza, que la Nación la construye uno, desde su lugar, y de a poquito.
Luna De Santana, Lucas Jáuregui.
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